Cuando me preguntan qué hacemos acá siempre hago una pausa antes de contestar. Hay diferentes maneras de contar lo que hacemos los jóvenes en esta organización: desde la realidad que vivimos día a día, desde la historia a lo largo de estos 11 años, haciendo foco en lo que se aprende, haciendo foco en lo que se logra, contando el sueño que tenemos, mostrando nuestra lucha por las causas nobles, el rechazo de una ley injusta, el diseño de una propuesta superadora – una verdadera política pública, meterse en el barro, enfrentarse a la realidad, sacarle una sonrisa a otro que se encuentra en entorno de vulnerabilidad extremo y la pasa mal.
Elijo mi respuesta en función del contexto, de la persona que pregunta; pero sobre todo me ayuda a contestar la realidad que me interpela: Hay una crisis de liderazgo y valores. En la sociedad y en la política. Nosotros trabajamos todos los días para resolverla, Frente Joven vino a eso. ¿Qué hago acá? Cambio la realidad. Construyo una sociedad más digna.
Hoy nos encontramos en un momento bisagra para la construcción de la sociedad que buscamos: tenemos que elegir el liderazgo que queremos. Por un lado, el problema radica en la “oferta” que tenemos. Es muy pobre el resultado si uno busca ejemplos concretos y actuales de liderazgos que generen cambios profundos y positivos, capaces de transformar nuestro lugar en uno mejor. Nos preguntamos si el hecho de que los valores de las personas hayan sido relativizados o puestos en segundo plano tiene relación con ello. No me refiero a todas las personas, sino a las que ejercen esos liderazgos. Aquellos que tienen un lugar de incidencia real en su ámbito, social o político. ¿Qué valores vemos en ellos?
Y no se trata de una discusión teórica sobre los diferentes tipos de liderazgos, menos mesiánicos y más colaborativos, siendo estos “primus inter pares”, menos individuales y más colectivos, construidos sobre una idea y no sobre el resentimiento o desencanto. Esto es un problema práctico: líderes vacíos, sin posiciones claras, políticamente correctos, de las redes sociales y no de las redes humanas, ideologizados al punto de desconexión total de la realidad. Por ejemplo en el espectro político donde es notable como la agenda se tiñe de ideología y encuentra países de Latinoamérica discutiendo el aborto en medio de emergencias sanitarias, con sistemas de salud al borde del colapso y proponiendo más muerte como política pública ante los verdaderos problemas que enfrentan las mujeres embarazadas a diario y que realmente causan la mortalidad materna que queremos frenar.
Por esto en Frente Joven la promoción de los Derechos Humanos es uno de nuestros valores fundantes, creemos eso. Pero además actuamos en consecuencia:
• Defendemos la vida humana desde la fecundación hasta la muerte natural, entendiendo que es el fundamento de todos los derechos.
• Promovemos el desarrollo de la familia y las políticas públicas que favorecen, protegen y fomentan la dignidad de todas las personas.
• Acompañamos a las mujeres en situación de vulnerabilidad para contribuir al fortalecimiento de su dignidad como mujer y madre.
• Trabajamos en el desarrollo de los niños a través de una educación integral, personalizada y de calidad.
Nuestros valores son la base para la toma de decisiones y la guía para que un joven Frentejoviano actúe. Estos son: Profesionalidad, Compromiso, Apertura, Pasión, Creatividad, Trabajo en Equipo, Alegre y Juvenil, Liderazgo y Promoción de los DDHH.
La urgencia en una incidencia efectiva
Hay muchas acciones que pueden llevarse adelante para lograr esa sociedad más digna y nos alegramos de compartir este anhelo con muchas otras instituciones. Por eso entendemos que el trabajo en conjunto es vital para el objetivo que buscamos. Las alianzas estratégicas nos permitieron crecer aprendiendo de otras miradas que buscaban lo mismo.
Esto nos permite incidir en nuestros ámbitos de acción, en lo social y en lo político. Pero lo hacemos con una particularidad: eficiencia.
Nosotros hacemos ruido, pero tenemos claro quién queremos que escuche y cómo lograrlo. Con orgullo decimos que nuestro movimiento juvenil hace 11 años que agudiza su manera de incidir en la realidad. Tenemos claro que lo que hacemos no es solamente testimonial, nosotros actuamos para lograr ese cambio cultural. Trabajamos para lograr que vos que nos conoces te “salgas” de vos mismo -como experimentamos nosotros- y logres mirar más allá de tu realidad personal para mirar la realidad colectiva; y trabajamos para generar la voluntad política necesaria para transformar la realidad que nos molesta -eso es para nosotros la política: una herramienta poderosa de transformación social. De aquí que no es de extrañar la cantidad de jóvenes que descubrimos nuestra vocación política en Frente Joven.
Incidencia efectiva. Para nosotros es tener un plan de acción que nos permita ver el triunfo, el logro de nuestro objetivo. Pero en concreto es “Mi primera Cuna” donde logramos acompañamiento a mujeres embarazadas que puede ser parte de la política pública que adopte quien gobierna para reducir la mortalidad materna; es llevar adelante un programa de formación para “Jóvenes Dirigentes” en un Congreso o Parlamento nacional encontrándonos con los representantes electos que redactan las leyes de un país cara a cara; es liderar una coalición de Jóvenes en la región latinoamericana disertando en la Cumbre de las Américas y redactar una declaración de la juventud ante el Secretario General de la OEA; es lograr los votos necesarios de los representantes legislativos de un país para rechazar las leyes contrarias al derecho a la vida y lograr cambiar el foco de la discusión visibilizando la problemática real con una propuesta superadora en un discurso creativo. Así laburamos nosotros.
La incidencia efectiva, que permitirá entonces acciones que generen cambios reales y concretos, la podemos hacer en el ámbito público y privado. Y será complementario e igualmente valioso. Pero es inevitable que en Frente Joven veas un camino muy largo por recorrer y demasiados aspectos a abordar. Tantos que el llamado que descubras acá tienda a orientarte a lo público, porque la necesidad es tan grande que para resolverla uno necesita involucrarse mucho.
Hoy nos urge ocupar lugares en la toma de decisión de todos los ámbitos, pero especialmente del público.
Necesitamos cada vez más frentejovianos en el poder legislativo o sistema parlamentario y en el poder ejecutivo o la gestión diaria de un estado. Ante una crisis de liderazgo y valores en la sociedad y en la política como esta que vivimos, Frente Joven tiene la obligación de dar respuesta. Y es irremediable que tengamos que contestar a esa vocación que nos nace, con una particular inclinación por lo público y una sana ambición de poder para cambiar el mundo en que vivimos.
Agustín Caulo
Director Ejecutivo