Dos voluntarias de Proyecto Crecer quisieron poner en palabras sus sentimientos y compartir la hermosa experiencia de formar parte de Frente Joven.
Llegamos sin saber que nos esperaba… Y los encontramos esperándonos.
“Después de varios meses, prepararnos para la vuelta al barrio (en mi caso, para conocerlo por primera vez), nos tenía con sentimientos encontrados. La alegría de volver, la incertidumbre de cómo íbamos a encontrar todo.
Salimos a la calle a tantear el terreno, a invitarlos, a saber cómo estaban.
Barbijo puesto. Alcohol en las manos. Distanciamiento y muchos cuidados. Con todo esto de por medio… descubrimos a los chicos con los brazos abiertos para recibirnos (incluso si como a mi, te estaban conociendo por primera vez). Adaptados a esta “nueva modalidad”, estaban listos para volver a poner play, para continuar esa aventura de crecer que el año pasado parecía haberse puesto en pausa.
Llegamos sin saber que nos esperaba… Y los encontramos esperándonos.
Y ver los ojitos achinados atrás de los barbijos saco todas las dudas que teníamos.
Ser niño hoy… crecer hoy, es más difícil que nunca. ¡Hay tanto para hacer!
Pero cuando los chicos nos reciben así… Nos ponemos a trabajar con toda la alegría del mundo.
Hoy más que nunca se necesita el compromiso con la realidad. Se necesitan manos. Y se necesitan corazones. Corazones sin miedo de dar todo por una sociedad mejor.
Porque ellos son son el futuro y queremos que crezcan para ser líderes de sus propias historias.
Arranca un nuevo año y hay muchísimo para hacer. Y estamos preparados.
Preparados para trabajar, para reírnos, para ensuciarnos, para aprender.
Empieza un nuevo año y estamos listos para crecer juntos.”
–Micaela- voluntaria de Crecer Tucumán.
Soy venezolana, llegué a la Argentina hace dos años y me encontré con otro país que lucha entre la vida y la muerte
“Para contar mi primera impresión como voluntaria en Crecer, siento que debo contar cómo llegué a este lindo proyecto.
Soy venezolana, llegué a la Argentina hace dos años y me encontré con otro país que lucha entre la vida y la muerte, no es una lucha desligada a la venezolana, por eso me involucré más en el estudio que la lucha por la vida y la libertad lleva.
Durante ese proceso me encontré con Frente Joven y sus proyectos. Me sumé para ser parte de los voluntarios porque no todo puede ser teoría, también hay que poner la práctica.
He creído que el mundo es lo que hacemos de él y aunque a veces piense que la oscuridad impera, las luces estamos regadas por el planeta y que poco a poco nos estamos uniendo para enfrentarla, eso es lo que vi en Crecer, unión de esas luces.
Estar con los niños, escucharlos, compartir con ellos, socializar, enseñarles valores y hábitos, es fundamental porque ellos son el futuro de Argentina y de nuestra región, que ellos puedan llegar a otros países no por la misma razón que ahora pasan los venezolanos, sino, por sus capacidades, talentos, turismo, etc., sería maravilloso, eso sería La Vida y La Libertad y eso será posible si seguimos educando con valores y proyectos como el de Crecer.
Los niños que conocí en Morón son talentosos, amables, conversadores, graciosos, me sentí integrada con ellos y apoyada por los más antiguos del centro.
Si seguimos trabajando mucho con ellos, esas luces seguirán encendidas en los niños y en nosotros”.
-Ángela- Voluntaria de Crecer Buenos Aires