Somos conscientes de que hoy más que nunca las madres embarazadas que viven en condiciones de vulnerabilidad, necesitan una mano amiga que pueda acompañarlas, comprenderlas, escucharlas y darles la información necesaria acerca del cuidado de su salud y del bebe durante el embarazo y sobre todo en el momento del parto.
La situación de cuarentena obligatoria puso a las mamás en jaque. Las mujeres en los barrios vulnerables no solo son las exclusivas encargadas de los quehaceres domésticos y tienen a cargo el cuidado de los hijos, de su alimentación, su higiene y salud y ahora también el seguimiento de su clases y tareas escolares, todo esto, en un contexto de pobreza.
En el caso de la mujer embarazada, la situación es más compleja. Más aún en el caso de tener otros hijos, más aún ,en el caso de estar sola, sin pareja o sin red de contención. Más aún en el caso de tener un embarazo de riesgo.
Además, sabemos que está siendo difícil para estas mamás, poder seguir los controles, los estudios y las ecografías correspondientes a cada etapa del embarazo. Hay salitas cerradas, turnos que se postergan, en general, poca capacidad del sistema de salud, que está colapsado dando prioridad a los casos de COVID.
Como si todo esto fuera poco, tras la legalización del aborto hace unos meses, vemos como desde los mismo centros de salud, se fomenta abiertamente el aborto “legal y seguro” como solución a embarazos vulnerables, las madres ahora lo ven mas accesible, como una solución fácil a una situación difícil de atravesar.
En este contexto, nuestra presencia es esencial. Tenemos que estar ahí donde una madre necesite compañía, ayuda y contención y darle las herramientas que necesita para llevar adelante su embarazo. Tenemos que mostrarles que su embarazo les da fuerza y tener a sus hijos es siempre la mejor opción.